miércoles, 7 de marzo de 2012

Grecia arde.

Grecia arde en este momento. Hay más de 200.000 manifestantes en Atenas y miles más entre Salónica e incluso en las islas turísticas, hay un levantamiento popular muy combativo.



En Atenas solo, ya se han quemado más de 50 edificios. Docenas de coches, escaparates y otras cosas están ahora en llamas; y eincluso la policía incluso está a la defensiva. 

El jefe de la policía hizo una declaración diciendo que si encontraba a los funcionarios del Fondo Monetario los iba a encarcelar. Es una declaración simbólica que indica que hasta la policía se está defendiendo del régimen títere capitalista; que está en contra de todos estos planes de austeridad.

Hay que entender que esta insurrección griega que está en todas partes, es producto de un paquete donde el gobierno títere acuerda despedir a 150.000 empleados y trabajadores en los próximos 3 años, empezando el año 2012 con 15.000. Y enseguida un recorte del 22% en los salarios como suplemento a los recortes anteriores, y que los pensionistas sufran una reducción de su pensión del 23%.



Es una situación dramática donde hay 3 generaciones de familias ahora que tienen que vivir juntos -nietos, padres y abuelos- con la única base de una pensión. Es una situación criminal y los gobernantes están totalmente desprestigiados, a tal punto que incluso 40 diputados  votaron contra el paquete y ya están expulsados de esta dictadura colonial europea contra el pueblo griego.

Hay una cosa muy interesante en esta situación, un famoso héroe de la Segunda Guerra Mundial, Manolis Glezos, que ya tiene 89 años, ha declarado que el pueblo griego se levantó. Glezos es muy famoso porque, durante los primeros días de la ocupación nazi, subió a la Acrópolis y bajó la bandera nazi frente a las narices de los de la Gestapo que estaban ocupando la Acrópolis.

Y salvó la vida por casualidad, estaba a punto de ser fusilado después que lo capturaron. Incluso el viejo héroe Glezos se ha declarado partidario de este levantamiento popular y caracteriza a los gobernantes como los herederos de los nazis.



Por la forma que se están imponiendo estas medidas impopulares y antipueblo, se puede trazar un buen paralelismo con lo que hicieron los nazis. Y el pueblo griego ha alcanzado los límites de castigo por parte del gran capital extranjero que quiere exprimir todo lo posible de Grecia y dejar al país completamente destruido.

Lo irónico es que el Sr. Papademus - que está nombrado por el Fondo Monetario como el Primer Ministro pero nunca ha salido elegido - ha dicho que el pueblo está destruyendo al país y que se trata de vándalos.

Es absurdo, pues los que de verdad están destruyendo al país son los banqueros, los parlamentarios, los dirigentes políticos y el mismo Papademus; quienes han hecho tanto daño con su afán de destruir la economía, el estándar de vida de Grecia y de proponer medidas que van a profundizar la miseria absoluta.



Pero lo que es importante es que el pueblo ha dejado de obedecer simplemente. No solo protestan, no solo hacen huelgas, sino que están combatiendo en las calles de todo el país. Atenas en la cabeza, pero en muchas otras ciudades e islas como Creta, hay grandes luchas callejeras, y la policía con mucha reticencia está defendiendo lo indefendible.

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