Coincidiendo con el primer aniversario del
movimiento 15M, el periódico nacional La Razón, con su periodista Alfonso
Merlos, realizó un estudio del movimiento y de su ideología, al que denominó
como plataforma antisistema y de engaño a la deriva; un artículo en gran medida
subjetivo y que se niega a ver la realidad de lo que hoy en día sucede en
nuestras calles.
Solo el título habla por sí solo: ‘15M, 15 MENTIRAS’.
A continuación trataremos de demostrar la falta de información que caracteriza
a este artículo respondiendo a cada una de esas ‘quince mentiras’.
1.- Es mentira que se esfuercen en proteger las
raíces de la democracia. Las arrancan de cuajo y sin contemplaciones siempre
que violan las leyes y disposiciones de las autoridades, algo que han hecho a
menudo y enfundándose en un cínico victimismo.
Esto depende de cuáles sean las raíces de la
democracia. Se supone que esta se basa en el poder del pueblo y en su participación
en la toma de decisiones, entre otras características. Siguiendo estas raíces, el
15-M no solo protege las raíces de la democracia, sino que es uno de los
movimientos a gran escala que más las respeta.
Sin embargo, si consideramos como democracia la
legislación vigente y la única posibilidad de participar en decisiones cada
cuatro años para otorgar el poder a un líder bipartidista, podremos decir que
este movimiento no protege estas raíces.
2.- Es mentira que estén
desligados de los movimientos antisistema. No propugnan la reforma del actual
estado de cosas sino, por subversiva elevación, la destrucción del orden
establecido para levantar otro: el clásico sueño utópico de no pocos
totalitarismos.
En cuanto a estar desligado de algún colectivo, no
puede decirse esto del movimiento, pues se caracteriza por la fusión de
numerosas ideologías. Respecto al término de antisistema, en el caso del
artículo, se usa de forma despectiva, mientras que por antisistema se entiende toda
persona que se posiciona en contra del sistema y propone alternativas.
3.- Es mentira que presenten
herramientas concretas para el cambio. Simplemente han trazado unas
líneas-fuerza y objetivos a conquistar, muchos inaceptables en el mundo
desarrollado y en la Europa civilizada, menos bien entrados ya en el siglo XXI.
Ante este argumento, solo se puede
añadir que la política no se hace en unos meses, el movimiento solo está
empezando y ya a conseguido unificar a casi todos los movimientos sociales y a
personas aisladas en torno a un solo eje que coordina, convoca y sirve de
bandera. Ciegos ante este comienzo, sus opositores quieres que se logre una
única ideología en un año, algo que no consiguen hacer ni aquellos a los que se
le paga por eso.
4.- Es mentira que defiendan a los políticos
responsables. Los han criminalizado en su conjunto confundiendo deliberadamente
a justos con pecadores, a ejemplares con incompetentes, a formidables gestores
con ladrones y gorrones, negándose por añadidura a condenar casos flagrantes de
corrupción protagonizados por cargos públicos y sindicalistas de «la izquierda».
Siguiendo
esto, el movimiento únicamente se opone a fuerzas de derechas, sin darse cuenta
de que ha criticado y condenado a cualquier político corrupto, así como
sindicalistas sea cual sea su grupo políticos. Podríamos resumir con esto: ‘No
somos de izquierdas ni de derechas, somos los de abajo y vamos a por los de
arriba’.
5.- Es mentira que defiendan a quienes están sufriendo la
crisis. Sus salvajes estragos han generado pérdidas extraordinarias a honrados
comerciantes que luchan cada día por sobrevivir y que han visto atacados sus
derechos, sus libertades y sus propiedades con daños calculados en decenas de
millones de euros.
Esta declaración solo ha servido para
provocar a los manifestados, pues no se dedican a perjudicar pequeños
comercios; es más, fomentan el comercio local. Además, no solo los comerciantes
son los perjudicados por la crisis, el movimiento intenta ayudar a familias
desahuciadas, en paro y con trabajos precarios.
6.- Es
mentira que quieran más democracia y que la soberanía resida en el pueblo.
Propugnan, simplemente, la ruptura hacia un modelo mixto de perfiles
socialistas, comunistas y anarquistas: en absoluto se sienten incómodos con
experimentos como los bolivarianos, que tanto daño han hecho a las sociedades abiertas.
Lo primero de todo sería revisar las
ideas de comunismo, socialismo y anarquismo que tiene nuestro periodista. Pero,
¿cómo puede tener un movimiento ‘tendencias comunistas’ si carece de ideología
como ha afirmado antes? El 15 M solo se limita a incluir a cualquiera que desee
participar, sean cuales quiera sus pensamientos políticos.
7.- Es mentira que sean pacifistas. Han
cruzado la línea de la desobediencia civil o la objeción de conciencia,
ejerciendo la violencia a través de tácticas de guerrilla urbana que en casos
concretos como en Cataluña han representado una verdadera vergüenza nacional.
Por supuesto que el movimiento no es
pacifista, pero tampoco guerrillero. En este caso cabe resaltar el dudoso
pacifismo de un Estado que apalea por la espalda a personas no violentas que se
manifiestan, pero claro, eso no es comparable con un manifestado que cae en un
acto incorrecto.
En cuanto a las guerrillas, estas son
bandas armadas y organizadas, mientras que lo que encontramos en Cataluña son
simples barricadas.
8.- Es mentira que crean implacablemente en el sufragio.
Si no hubiese partidos de su gusto a los que poder votar, ya habrían fundado
uno (superando su pereza y trascendiendo sus alborotos) para poder ejercer un
derecho político y constitucional sagrado en la modernidad.
¿Un
movimiento social desde abajo que no cree en el sufragio universal? ¿Dónde está
la lógica?
9.- Es mentira que se rebelen contra toda forma de
injusticia social. Carece de toda justicia que, en su obsesión por privatizar
los espacios de todos por la vía de los tenderetes, hayan hurtado a
compatriotas corrientes y molientes de su libertad de movimientos llegando a
dañar la propia salud pública.
Frente a un gobierno
que recorta en educación, sanidad, pensiones y derechos laborales a un país, un
periodista acusa a gente que lucha por sus derechos de ‘privar de libertad de
movimiento’ al resto cuando se ocupan lugares públicos.
10.- Es mentira que sean solidarios. Si así fuese, no
estarían ocupando las plazas de España sino, de forma callada, ayudando a
servir platos de sopa a los hambrientos y los pobres que se multiplican cada
día en este país y encuentran el amparo en organizaciones vinculadas a la
Iglesia.
Acusa a los que protestan de hacer eso
mismo, protestar, en lugar de dar platos de comida a los pobres; mientras que
luchan y protestan por la existencia de esta gente que no puede comer: solo
quieren que esta situación acabe.
Y, en todo caso, tendría derecho a
acusar alguien que dedicara su vida a ayudar a los demás. Una persona leyendo
La Razón y observando los movimientos del 15M desde una terraza, sin hacer otra
cosa, no puede acusar de insolidarios. Además, ¿cuántos en el movimiento tienen
recursos suficientes para alimentar a los desamparados cumpliendo, además, el
papel que debería desempeñar el Estado?
11.- Es mentira que sean apartidistas. Sencillamente se
oponen a «algunos» partidos que no son de su agrado: los que propugnan, con
mayor o menor acierto, programas de gobierno socialdemócratas, liberales o
conservadores.
Algo falso, pues el 15M nunca se ha
declarado en contra de los partidos políticos, solo en contra del PP y del PSOE
(PP$OE); y no se pide la abstención en las elecciones, sino el voto
responsable.
12.- Es mentira que se
organicen de forma horizontal. En la planificación, la ejecución y el control
de sus acciones se rigen, en última instancia y en los momentos decisivos, por
patrones verticales de corte soviético.
Ante esta
incoherencia es imposible responder, ciencia ficción en todo caso.
13.- Es mentira que se rebelen contra toda forma de
impunidad. Se han esforzado en cortocircuitar las penas y las multas para
muchos de los que, más allá de las soflamas de turno, han perpetrado delitos
tipificados en el Código Penal.
Su argumento
es que intentan echar para atrás las multas y juicios de personas detenidas.
Porque, claro, se debe pedir la misma mano dura para el pobre que sale a
manifestarse que para el miembro de la familia real que estafa o se va a cazar
elefantes, ¿no?
14.- Es mentira que representen lo que la mayoría piensa.
Sus acólitos no se miden por millones ni en las calles (como se comprueba ya
estos días), ni en los registros de firmas de sus manifiestos (basta con
acceder a sus páginas en internet).
¿Hay que ser una mayoría para luchar por tus
derechos? Además, el PP, partido gobernante, tampoco representa a la mayoría,
pues ni siquiera contó con la mitad de los votos en las pasadas elecciones.
15.- Es mentira que sean
inconformistas. Hay que ser mansos y oportunistas para generar estallidos de
rebeldía sólo cuando el calendario y el buen tiempo lo ponen en bandeja.
Acusa a los
indignados de protestas solo cuando disponen de buen tiempo, y n ose puede
negar que muchos no acuden a las asambleas cuando el mal tiempo lo impide. Pero
lo que no se pueden negar son las movilizaciones de todo este último año y el
hecho de que la primera acampada resistiera numerosas lluvias.